TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS

Manejamos una amplia cantidad de medicamentos acerca de los cuales podemos asesorar al paciente. Además de las técnicas regionales e intervencionistas somos expertos en la prescripción y posología de un gran número de fármacos administrados por varias vías para el tratamiento del dolor.

MEDICACIÓN ORAL

Antiinflamatorios no esteroideos. Constituyen el grupo más amplio y mas empleado por los pacientes, bien prescritos por su médico de atención primaria como recomendados por el propio farmacéutico. Son medicamentos muy eficaces para la fase aguda pero debe ser prescritos por un médico especializado en el caso de emplearse de modo continuado. De entre los más conocidos tenemos metamizol, ibuprofeno, dexketoprofeno, diclodenaco y celecoxib, entre otros. Deben emplearse con precaución en pacientes con patología gástrica así como en  pacientes hipertensos y con patología cardiovascular.

El paracetamol aunque no es un aine es otro analgésico menor muy empleado por los pacientes y que al igual que los anteriores en caso de utilizarse de forma continuada debe ser controlado por un médico especializado.

Son los fármacos más eficaces para el tratamiento del dolor y constituyen el tercer escalón terapéutico de la OMS. Se usan frecuentemente en las unidades de dolor, tanto para pacientes oncológicos como para aquello que presentan patología en columna vertebral a todos los niveles. A pesar de la mala prensa que tienen entre algunos pacientes, al asociarse a un pronóstico en ocasiones infausto, nada más lejos de la realidad. Son medicamentos con un perfil de seguridad grande si son prescritos por expertos en tratamiento del dolor y pueden dar al paciente una calidad de vida muy buena incluso con patología no susceptible de tratamiento intervencionista. Entre ellos se encuentran el cloruro mordico, hidromorfona, oxicodona, con o sin naloxona asociada y fentanilo. Las presentaciones son muy variadas, con diferentes tipos de comprimidos, de liberación rápida o retardada, en forma de parches o con administración a través de la mucosa oral o nasal.

Este grupo lo constituyen fármacos inicialmente utilizados para otro tipo de patología sin relación con el tratamiento del dolor pero que presentan propiedades farmacológicas que ayudan a mejorar el efecto de los analgésicos clásicos. Son empleados fundamentalmente en pacientes que padecen dolor neuropático.

Actúan a nivel de estructuras nerviosas, como raíces lumbares afectadas por lesiones discales o pequeñas terminaciones nerviosas que son dañadas por enfermedades sistémicas, como la diabetes mellitus. Los más utilizados son la amitriptilina y la duloxetina, entre otros. Por otro lado, también los asociamos para paliar la sintomatología depresiva reactiva a un dolor intratable o rebelde que afecte de un modo importante la calidad de vida del paciente. 

Son medicamentos empleados inicialmente para otras enfermedades, como la epilepsia, pero que ejercen su efecto a nivel de una serie de receptores muy importantes a la hora de transmitir el estímulo doloroso. Se utilizan como agentes coadyuvantes de los analgésicos clásicos y tienen una papel primordial para tratar el dolor neuropático, presente en un número muy importante de pacientes con dolor crónico. Se ha utilizado para tratar cuadros clásicos como la neuralgia del trigémino o la neuralgia postherpética aunque ahora mismo su uso se ha extendido a todos los pacientes con un grado mayor o menor de afectación de estructuras nerviosas, como pueden ser las lumbalgia con afectación radicular.

 

Dentro de este grupo los fármacos más utilizados son la gabapentina, carbamacepina y pregabalina, entre otros. Son medicamentos muy utilizados por las unidades de dolor y por su especificidad, complejidad y posibles efectos secundarios siempre deberían ser vigilados y controlados por un especialista.

Los fármacos conocidos desde hace muchos años y populares entre los pacientes al ser empleados en muchas ocasiones para el tratamiento de la fase aguda de muchas de las patologías que vemos en las Unidades del Dolor. Por su potencia y efecto antiinflamatorio se emplean en casos de dolor intenso y agudo aunque no suelen recomendarse de un modo crónico, salvo en ciertas enfermedades en las que se precisa un grado imperante de inmunosupresión.

MEDICACIÓN ORAL tratamiento del dolor

MEDICACIÓN TÓPICA

Es una vía de administración de medicamentos muy popular entre los pacientes, en muchas ocasiones reacios a tomar más medicamentos por vía oral. Se emplean para tratar el dolor neuropático  periférico, con la neuralgia postherpética como entidad más conocida.

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Anestésico popular conocido desde hace años, que recientemente se comercializa en forma de parche y que ha adquirido un papel creciente en el tratamiento del dolor mecánico y nociceptivo, además de la indicación clásica del dolor neuropático.

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CapsaicinaMedicamento derivado de un extracto de guindilla que produce una saturación dosis dependiente de los receptores del dolor. Su efecto inicial es de un quemazón en ocasiones desagradable, incluso doloroso empleado a dosis elevadas pero que posteriormente da lugar a una anestesia con eliminación del dolor en la zona periférica afectada por patologías causantes de dolor neuropático.

Es un modo de administración de medicamentos por vía tópica aprovechando su polaridad. El modo de empleo de esta técnica consiste en la colocación a ambos lados de la zona a tratar de dos electrodos de carga positiva y negativa, de tal manera que la medicación colocada en uno de ellos se dirigirá al polo correspondiente quedando depositada en la zona a tratar. Se emplean en muchos casos para tratar dolores articulares, reduciendo los efectos secundarios. Normalmente se realizan sesiones semanales que pueden repetirse sucesivamente.

 

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MEDICACIÓN INTRAVENOSA

Consiste en la administración endovenosa de lidocaina y otros medicamentos que actuarán en receptores localizados en terminaciones nerviosas a lo largo de todo el organismo por lo que se suele emplear en casos complejos de dolor neuropático, especialmente el de origen central, difícil de controlar, como el que puede aparecer acompañando a enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple o como secuela de patología vascular cerebral. Se realizan en hospital de día de modo ambulatorio aunque se deben monitorizar las constantes del paciente durante su realización.

MEDICACIÓN INTRAVENOSA